miércoles, 27 de mayo de 2009

Un calor de aquellos

Sentado aquí en Cairo, frente a la computadora, con el aire acondicionado a mi izquierda, el estéreo con la música de MI iPod a mis espaldas, y un frappe de chocolate blanco muy, muy cerca de mí, debo admitir que soy una persona muy afortunada. Afuera, el calor está más allá de mis niveles de comprensión, entonces en mi cabeza lo tengo que convertir a algo tangible, algo que yo entienda. Naturalmente toma la forma de un demonio gordo y sudado, con la cara de Orson Welles en Touch of Evil. O algo así.

PERO de regreso a mi punto original, tengo mucha suerte de estar en la situación en la que estoy. El demonio ese gordo está afuera, haciéndome caras y amenazándome, y yo lo saludo y le saco la lengua, pensando, para cuando salga de aquí, ya no vas a estar tan cabrón. 

OK mi cabeza parece estar en varios lugares a la vez, me falta la finura de aquel que bloguea seguido. Todo se viene de golpe. Y cuando las ideas están desorganizadas, me ponen de mal humor.

CONCENTRÉMONOS.

Vamos a hablar de... La escuela. Porque NUNCA hablo de eso. En la escuela, las cosas han estado bastante leves. Se acerca el final del semestre y todavía no me siento agobiado con tareas y cosas. Probablemente es porque he dejado de apuntarlas. Espero que todo salga bien, amiguillos. Porque ahora sí, estoy de la verga en cuanto a esfuerzo. Mi motivación está por los suelos.

JAJA OK mejor hablemos de otra cosa.

...

Vinieron unos extranjeros a Cairo, hicieron muchas preguntas, me distraje horrible y perdí el (de todos modos delgado) hilo de este blog.

Entonces. Adios. Perdon por la entrada sin pies ni cabeza, solo quería decir que no he abandonado por completo este lugar.

-d.

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