lunes, 8 de diciembre de 2008

panzalones

Hoy fui a comprar pantalones de mezclilla.

Yo no soy de esas personas fancy que se van a comprar sus pantalones a Zara o a... bueno, ni siquiera conozco otro de esos lugares fancy. Mis pantalones son de súper. Si tengo suerte, de Suburbia. En esta ocasión fui a la Mega, básicamente porque está cerca de mi casa.

En la mega, resulta ser, tienen muchos pantalones de mezclilla. Agarré muchos pantalones de la talla que siempre uso, y los metí conmigo al probador (el cual, por cierto, es usado también como bodega, y tenía muchas cajas de sillas para bebé). Me probé uno de los pantalones y tuve que esforzarme mucho para cerrarlo. Hmmm pensé, debe estar mal etiquetado. Me probé otro, y la misma historia. Me probé otro y ni siquiera me cerró. OK dije, ALGO anda mal aquí.

Me salí muy molesto del probador, y agarré pantalones dos tallas más grandes. Me los probé. LO MISMO. Qué pedo. Se que he subido de peso, pero no puede ser que esté tan pinche gordo. Agarré pantalones de OTRAS DOS tallas más grandes (osea 4 tallas más de lo que acostumbro) y me quedaron estilo MC Hammer. No entendía qué estaba pasando.

La historia tiene una conclusión muy anticlimática porque simplemente me fui, sin comprar pantalones, sin averiguar qué estaba pasando, y con mi autoestima por los suelos.

Mañana iré a otras tiendas a ver qué coños pasa con los pantalones y con mi sobrepeso.

-d.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mis pantalones igual son de súper, sólo q a mí me ocurre lo opuesto. Todos me quedan enormes!!